¡Cuidado con las rampas tramposas, amigos!

Me refiero a estas rampas de hormigón para los barcos, que dan acceso al mar. Los que han sufrido una caída en una de ellas: por favor cuéntamelo, me interesa tu historia.

En el inicio de la concentración de La Caleta de 15 septiembre de este año, Cádiz, antes de tocar el agua, antes de saludar muchos de los demás, me caí en la rampa al lado del club piragüismo. La mayor impacto tomó el codo derecho. El resultado: un agujero feo, un par de puntos, la vuelta a casa de cuatro horas con sólo un brazo al volante, 740 kilómetros en coche para nada, bastante dolor, un tratamiento fuerte de antibiótico, una radiografía, la herida muy hinchada y una semana sin ingresos (soy autónomo, o mejor dicho: lo intento ser). He tenido suerte, hubiera podido ser mucho más grave.

se vio el hueso

Es la segunda tontería que he hecho, este año. El otro fue un corte en el dedo (ve el artículo anterior). El objetivo de este escrito no es quejarme, sino avisar otros, con la intención que no vuelve a ocurrir.
En mi caso se ha terminado más o menos bien, pero quizás otro víctima en el futuro le podrá pasar algo peor.

Pero Jasper, no sabes que las rampas pueden ser muy deslizantes?
Por supuesto sí lo sé. Más fuerte, lo tuve en mente justo antes de pisarla.

Claro, lo sabemos todos. Sin embargo, siguen pasando accidentes personales en las rampas muy a menudo. Me he informado un poco y ya he oído varias historias de personas lesionadas, entre ellos algunos muy graves. Es muy fácil subestimar el nivel de lubricidad y sorprendentemente fácil herirse muy mal.

Nos preocupamos estar seguro en el agua. Invertimos todo lo que tenemos para evitar cualquier accidente imaginable. Pero por algún motivo las rampas peligrosamente deslizadas no están señaladas, ni se las tratan, ni las diseñamos para ser más seguras.

Admito que el tonto ha sido yo, no hay otras personas culpables. Pero consciente ya de los numerosos accidentes que ocurren, me gusta avisar todos con la esperanza que evitamos que tú también te caerás.

O sea, ten cuidado amigos, ¡no seáis tan temerario como yo!