Esperando hasta el viento se calma

Algo que ya he tenido que hacer muchas veces este viaje. Para la seguridad es imprescindible disponer de mucha paciencia. El trayecto que me está esperando, empieza en el sitio en que me encuentro actualmente (5 km sur de Granville) y va por el pueblo de Cancale. Iré en línea recta, que son 23 kilómetros por mar abierto. No habrá escape a ninguna orilla, porque no hay. Una distancia así con tanto compromiso, me da respeto. Quiero contar con un día bueno. Quizás mañana venga ese día, ojalá.

Mientras como mucho, jeje. Como y doy paseos. Me relaciono con gente que encuentro en los alrededores. Es curioso con tanta facilidad se encuentra personas majas en cualquier sitio durante viajar.

En la bahía du Saint Michel ocurre un fenómeno interesante, algo que ya he visto antes durante este viaje, pero allí es incluso más prominente: con bajamar queda en seco gran parte del fondo del mar. La playa que en muchos sitios normalmente no mide más que 10 metros de ancho, con bajamar pueda ampliar hasta múltiples kilómetros de ancho. Cuando llegues con bajamar, tendrás que andar con el kayak en el carrito toda esa distancia. Pero ahora entra el chiste; la subida del aqua va con la misma velocidad con que puedes correr! Entonces, no hay tiempo para hacer pis ni para montar el carrito. Además a veces hay partes un poco más profundas, más adelante, en que se forman charcas antes de que llegas. Andar es muy difícil e ir con el carrito tampoco soluciona mucho. Curioso, no?

En la bahía mencionada arriba es muy fuerte. Es el motivo que voy a cortarla entera, de golpe.