El sábado 27 de enero parré durante el viaje de Ámsterdam – Almoharín en San Sebastián para visitar mis amigos Esther en Javier.
Primero otra cosita que no tiene nada que ver con este relato; sabes que pronunciando en holandés no es “Ámsterdam” sino “Amsterdám”?
Cuando mi hija y yo llegamos en San Sebastian, Esther y Javier nos recibimos como reyes. Nos trataron realmente agradables, gracias! El día siguiente fuimos al club a conocer dos kayakistas más y formamos un grupito: Javier, Carlos, Eduardo y yo. Empezamos con un café. Me ha encantado muchísimo la forma de ser de mis compañeros nuevos, muy abierta, interesada y amable.
Esther y mi hija Lune decidieron ir a la piscina climatizada y formaron el equipo de tierra
Los datos de la ruta:
– distancia total: 9 millas naúticas
– participantes: 4 personas
– oleaje: inicialmente 2,8 metros
– viento: débil, unos 7 nudos
– temperatura del agua: 13 grados
No solamente habían olas bastantes simpáticas, el estado del mar en general fue bastante movido. Empezamos coger algunas olas en la bahía protegida por su forma y por un islote en ella. Luego fuimos por mar dentro y después seguimos la costa hacia el este durante unos 3,5 MN. No existía ninguna posibilidad segura bajarse en ese tramo.
El paisaje allí es espectacular. Fue la última provincia española en que todavía no había navegado y me impresionó. Siempre es una aventura ser el invitado y no conocer los demás ni la zona. Cada club tiene sus propias costumbres y manera de navegar juntos. Me sentía muy bienvenido por todos. El club dispone de instalaciones de lujo y está muy bien organizado. Se nota que los kayakistas de San Sebastián están acostumbrados a mares picados, nadie quedó asustado por el estado del agua. Todos tienen una buena forma física.
Sin embargo, hemos cometido algunos errores al respeto de la seguridad. Menos mal que todo salió bien y feliz. Pero siempre merece la pena resumir el día con el grupo completo para aprender y mejorar. Es un buen motivo para volver a San Sabastián y repetir con esa gente buena!